domingo, 2 de octubre de 2016

CARACTERIZACIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS LOCALES Y ANCESTRALES ( Ciencia y Tecnologia de los Pueblos)

CARACTERIZACION DE LOS CONOCIMIENTOS LOCALES Y ANCESTRALES.

Se denominan conocimientos y saberes ancestrales y tradicionales a todos aquellos saberes que poseen los pueblos y comunidades indígenas, y que han sido transmitidos de generación en generación por siglos. Estos conocimientos, saberes y prácticas se han conservado a lo largo del tiempo principalmente por medio de la tradición oral de los pueblos originarios, y también por medio de prácticas y costumbres que han sido transmitidas de padres a hijos en el marco de las dinámicas de la convivencia comunitaria que caracterizan a nuestros pueblos indígenas.

Deberíamos primero comprender que los saberes ancestrales son la expresión de una cosmovisión, profunda y compleja, que dista mucho de la concepción del mundo occidental; entender que el conocimiento y comprensión de estos saberes no puede darse cabalmente a través de un proceso de descripción, análisis y categorización, pues la verdadera compresión de los saberes ancestrales surgen desde la vivencia de esa cosmovisión, en la que la intuición y el sentir se entrelazan con el pensamiento para generar el conocimiento del mundo.

Señalado esto, y sin poder desprendernos del todo de la necesidad de describir y categorizar, podría decirse que los saberes ancestrales abarcan una gran variedad de aspectos del conocimiento y la técnica que van desde el lenguaje hasta la gastronomía, desde las matemáticas hasta la artesanía, pasando por la medicina, la construcción, la silvicultura, las técnicas de conservación del ambiente y microclimas, la producción y alimentación, la agricultura y el riego, el transporte y la comunicación, etc.

Importancia de los conocimientos locales en diferentes ámbitos: nutrición, medicina y otros

Los saberes y conocimientos ancestrales hoy en la actualidad cobran mucha importancia, ya que se expresan en experiencias  prácticas, que de alguna manera, contienen una potencial riqueza de saberes de nuestros abuelos y abuelas


En la agricultura tradicional.
Desde el comienzo de la agricultura, hasta hoy, el hombre ha utilizado diversas herramientas que hace que sea fácil de trabajar en el campo. Muchas de las herramientas rudimentarias todavía se utilizan hoy en día, ya que son fáciles de usar, fácil de conseguir y relativamente poco costo para el agricultor.

Las herramientas agrícolas primero eran rudimentarias, hechas de piedra, madera, cuerno o hueso. Algunos restos encontrados en yacimientos arqueológicos revelan que los primeros agricultores en Europa estaban usando azadas de piedra y los incas enterrados los granos de maíz con un palo largo.

En la chagra o huerta tradicional
Las chagras o huertas tradicionales son espacios donde se organizan los cultivos alimenticios y medicina les, y se cuida parte de la flora y la fauna silvestre, con el propósito de mantener una relación equilibrada entre los seres vivos y la naturaleza.

En las artes tradicionales
Según los ancianos sabedores todos nacemos con facultades artísticas, pero algunos las desarrollan mejor que otros, como se puede apreciar en los trabajos de siembra, de cosecha, en tratos o curaciones a enfermos, en tallados o tejidos, en la música, en el habla, en el juego, etc., todos podemos realizarlos, pero no todos los podemos hacer con los mismos saberes ni con el mismo arte; con esto ellos quieren significar que en todos nuestros actos se reflejan los pensamientos, sentimientos y la voluntad con que se obra. Los sabedores califican a quienes alcanzan la capacidad de hacer sentir placer, hacer ver con satisfacción el resultado de sus trabajos como hombres o mujeres de buena mano o buena espalda.

Durante esta asistencia los sabedores enseñan a distinguir las partes del trabajo, calidades y características de los materiales. Después de un tiempo permiten a los principiantes manejar algunos instrumentos o herramientas sencillas, con las cuales comienzan a producir partes de los objetos y efectos artísticos de su maestro;

En la medicina tradicional
En cuanto a los médicos tradicionales, existe la convicción de que ellos nacen con ciertos dones especiales otorgados por su creador y por eso no es suficiente sólo tener vocación de ser médico.

En la tradición existe la confianza de que el médico tradicional posee saberes para proteger de los males corporales y espirituales a las personas, plantas, a los animales, y demás objetos posibles. En efecto, a él le consultan sobre las causas que están afectando a determinadas personas o cosas. Para mantener la capacidad de encontrar dichas causas materiales o espirituales conservan dietas alimenticias especiales y su conducta frente al contacto con las demás personas, con la naturaleza y con lo divino es muy reservada. Es decir, que no es frecuente el contacto directo entre la comunidad y el médico tradicional en los trabajos comunitarios, ya que dicho contacto se da cuando los pacientes se acercan a consultarlo en su casa, según las necesidades. En cuanto a su relación con la naturaleza es de mucho respeto y con lo divino es de profunda fe en su creador.

Ventajas de la aplicación de los conocimientos locales y las prácticas y tecnologías locales.

Los saberes y conocimientos de las nacionalidades y pueblos indígenas son producto de la enseñanza y práctica constante de la vida comunitaria. Lo comunitario no son las relaciones solamente entre seres humanos, sino con todos los elementos que constituyen y complementan la vida integral. Los espacios de transmisión de los saberes distan de infraestructuras complejas y de seres especializados. Los reforzamientos de los saberes se dan de manera constante desde los sabios y sabias de cada nacionalidad y pueblo, permitiendo un entendimiento amplio de la vida y de lo importante para mantener el equilibrio espiritual y material que reclama la naturaleza, y los seres humanos. 

Un componente central que cruza las cosmovisiones de los pueblos indígenas y por tanto, de los saberes ancestrales, es el aspecto espiritual, impregnando cada elemento de la vida cotidiana y confiriendo así un sentido trascendente a la misma. La espiritualidad parece sobresalir como la parte esencial que conforma la identidad colectiva de los pueblos indígenas, determinando su vínculo armónico con la Pacha Mama, con la madre tierra.

También es de suma importancia la protección y el fortalecimiento de los conocimientos tradicionales de los países en desarrollo, pueblos indígenas y comunidades locales en materia de gestión sostenible de los recursos naturales, indicadores bioclimáticos, recursos genéticos, biodiversidad y otros problemas ambientales. El valor y la diversidad de las culturas y las formas de organización social de los pueblos indígenas y su holístico conocimiento científico tradicional, innovaciones y prácticas, juegan un rol importante en el fortalecimiento de los medios de vida de las poblaciones locales, garantizando la seguridad alimentaria, y el direccionamiento del cambio climático en los países en desarrollo.

Los conocimientos de los pueblos no son apéndices de la ciencia occidental sino propuestas propias con una metodología epistemológica propia y valida. La filosofía que surge del aporte de los pueblos indígenas, originarios y comunidades locales, a diferencia de la capitalista u occidental que edifica un ser humano alienado y separado de su entorno natural, construye un ser humano integral que se siente como una sola unidad con la naturaleza. Es momento que los pueblos del sur intercambien sus propios conocimientos y experiencias para formar un nuevo conocimiento universal de los pueblos del mundo, que desde su particularidad tienen que emprenden a comprender la universalidad de la especie humana en su relación con la naturaleza.

Además la ciencia, los conocimientos y el desarrollo de la tecnología no deben ser uso de instrumentos de poder y control económico de los países desarrollados que limitan y socaban la soberanía de los países, el desarrollo sustentable y la erradicación de la pobreza.

En ese contexto, las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, que están supeditadas a los diferentes contextos socioculturales, deben tener una especial consideración con los pueblos indígenas y sus sistemas y prácticas de conocimiento tradicional, incluyendo la visión holística de los pueblos indígenas de la comunidad y el medio ambiente para adaptación frente al cambio climático. Además, la acción colectiva y los esfuerzos de las comunidades indígenas y locales en la conservación de la diversidad biológica, teniendo en cuenta el papel fundamental de las comunidades indígenas y locales en la administración y la gestión sostenible de los recursos naturales renovables, son un aspecto crucial en el fortalecimiento de los conocimientos y prácticas tradicionales para hacer frente con el cambio climático.

 Nuestras prácticas, conocimientos y tecnologías indígenas, originarias y locales de los pueblos del Sur tienen que ser la base de nuestra liberación  de la dependencia tecnológica del occidente y llevarnos a fortalecer nuestros pueblos con sabiduría, compartiendo conocimientos entre los pueblos del mundo, y forjando un nuevo conocimiento que también recupera los avances tecnológicos positivos de occidente. Para ello, es importante que la ciencia occidental que se desarrolla fundamentalmente en el marco de la privatización del conocimiento y el acaparamiento corporativo, se mueva al ámbito de la solidaridad para su transferencia hacia los pueblos que requieren dichas tecnologías.

Son estos ejes centrales de los saberes ancestrales, quizás, los que debiesen despertar mayor interés no solo en la población mestiza, sino en mundo entero, dado que constituyen elementos que podrían dar respuestas a algunas de las necesidades globales de la actualidad. Los modelos de producción y consumo respetuosos con la naturaleza, la aproximación intuitiva y sensible a la realidad, la sabiduría de comprender que se es solo una parte de algo mucho más grande que uno mismo, son todos componentes de una sabiduría ancestral que ya ha comenzado a llamar la atención del mundo y que, frente a la actual crisis ecológica producto del modelo de desarrollo imperante a nivel mundial, podría asumir un rol fundamental en la construcción de nuevos modelos que permitan una relación más armónica con los seres que conforman los ecosistemas que sustentan nuestra existencia. Eso es una parte fundamental del Buen Vivir.

Las presiones sociales y medioambientales externas, las migraciones, la invasión de los modos de vida modernos y el desbaratamiento de las formas de vida propia debilitan la preservación de la Naturaleza así como de transmitir los conocimientos tradicionales a las presentes y futuras generaciones.


El peligro de la pérdida del propio idioma, medio tradicional de transmisión de saberes y conocimientos, sucede por razones de aculturación, por apropiaciones indebidas por extraños; en efecto, muchas prácticas tradicionales, creencias y conocimientos conexos se han perdido o están en proceso de extinción. Es emergente dar importancia a valorar y preservar los saberes y conocimientos que poseen los ancianos/as, comunidades y pueblos indígenas del mundo. Además, la aplicación de políticas públicas homogeneizantes afecta en la preservación, protección y manejo de los conocimientos ancestrales y la cultura misma de los pueblos y comunidades.

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